El Después
Goteras ingratas se cuelan por los techos de mi vida y reniego de caminos conocidos que me llevan de nuevo a los mismos rincones.
A pesar de la lluvia no me detendré, seré música, seré color, seré trigo, seré sol y primavera.
Caminaré sigilosa y a espaldas del destino, hasta encontrar la última de las puertas.
Daré la vuelta en círculo y me echaré a dormir en la tierra mojada, al fresco.
Y vendré de nuevo entre la hierba.
Volveré aquí otra vez… siendo mujer.