Merecer… «la palabreja»

Merecer

Merecer… «la palabreja»

Me pregunto si tendrá que ver con el avance del tiempo, con la mojadura de los años,  o con los rincones vedados de sonidos  que asaltan la caja de recuerdos.

He descubierto que hay palabras que para mí son “palabrejas”.  Sólo para mí.  Sin querer por eso faltarle el respeto al resto sinuoso e infinito de términos en el idioma.

Me doy cuenta que me ponen de mal humor, que desatornillan  mi loca cordura y me lanzan hacia un espacio desconocido.

Merecer
Merecer

¿Quién es capaz de decir lo que merezco y lo que no? ¿Quién puede blandir  la palabra: merecer,  sin hacer gala de una soberbia implacable? ¿Quién puede arrojar semejante juicio  con la omnipotencia del necio? ¿Desde qué arrabal de la arrogancia  se esgrime semejante puñal?

Merecer…  Que lo merezco. Que no lo merezco.

Siguen achicándose mis comisuras y no puedo evitar  empuñar mi indignación.

Las palabras no son las culpables. Ya lo han dicho casi todos en la literatura.

¿Será entonces la voz que la pronuncia?  ¿O será ese contenido  que arrastra a veces un eco ácido,  y  otras,  empalagosamente dulce?

Sólo sé que ante su forma escrita o su pedante sonido  me transformo, un rojo estridente sale  fuera de mi alma y se lleva por delante mi mesura, mi calma, toda mi prudencia.

Acabo de comprobar el poder  de la palabra. Hasta el fondo.  Pues además de perturbarme, ese poder cargado de intención,  me lleva en andas por la pautada línea de una furia en teclas o en tinta,  que termina  aquí y así, golpeando vocablos,  o incendiando renglones. Quemando naves.

Picture of Norma Aristeguy
Norma Aristeguy

Gracias por visitar mi web. Puedes dejar al final de esta página un comentario sobre la publicación.

Ver Todas mis Publicaciones

Compartir en:

Facebook
Twitter
WhatsApp
Pinterest
Telegram

Publicaciones Relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *