Desde mi visión como admiradora de su obra
Nacida en Buenos Aires , Susana Vergnory , nos deslumbra con su arte desde la pintura, sobre todo con la técnica del óleo con espátula.
Sus motivos marcan fuertemente muestra idiosincrasia, ya sea en los paisajes coloridos de las provincias del norte, en los colores de la vejez de las paredes de esos enormes caserones testigos de otros tiempos, en los espejos de agua de los desganados ríos, en cuanta piedra haya en cualquier camino o calle de nuestro país. Sus texturas honran la naturaleza que parece retenida en troncos, ramas, montañas y todo lo que se ponga a su paso o que podamos imaginarnos, en un viaje de fantasía cabalgando en sus pinceles.
Los cafés de Buenos Aires, constituyen creo yo, lo mejor de su arte dentro del paisaje citadino. Abundan los detalles, con las paredes decoradas con cuadros de viejos personajes, las sillas tan antiguas y sin embargo siempre actuales, rodeando las mesas como testigos fieles de haber recibido al hombre común en su cita diaria, o bien, a algunas grandes personalidades de quienes guardan secretas conversaciones.
Las ventanas llenas de luz, siempre alegran el lugar. Hay algunos de esos cafés que nos recuerdan a las antiguas pensiones, esperando por sus moradores.
Con varios títulos habilitantes, y tantos premios en su haber, nacionales e internacionales, que resultaría un tanto abrumador enumerarlos aquí, es que dejo el enlace a su blog personal donde consta también, para quien desee enterarse más profundamente, su curriculum vitae:
Podrán allí ver la mayoría de sus obras.