Desde La Silla Alta
Papá no estaba en casa. Era mejor estar sin estar. No molestar. Desde la silla de paja, alta, muy alta, miraba cómo jugaban en la calle los chicos más grandes. A mi derecha, en el patio, el canario cantaba mientras la gata lo miraba con suma atención. Mi madrastra renegaba con el ave, porque tenía […]